Discusión

La diferencia fundamental entre un currículo basado en competencias y un currículo convencional, es que en el primero la planificación docente se hace a partir de un diagnóstico prospectivo de la realidad donde se va desempeñar el egresado(a) y particularmente sobre la base de las áreas de desempeño, las funciones y las tareas que determinan su ejercicio profesional, en tanto que la planificación de la docencia tradicional que se basa más bien en las lógicas conceptuales que especifican los especialistas del mundo académico.

En la formación de profesionales a través de curriculum basado en competencias  es necesario realizar cambios metodológicos, didácticos y actitudinales que promuevan la participación, la cooperación y estimulen el pensamiento del alumno, en la medida que se construyen los conocimientos junto al docente, con un estudiante que aprenda a aprender, con una actitud reflexiva y una  capacidad de responder y actuar ante situaciones de incertidumbre que generen curiosidad y conocimiento, todo lo cual es factible de lograr en un ambiente creativo.

El Informe «Habilidades y competencias del siglo XXI para los aprendices del nuevo milenio en los países de la OCDE», fue el tema principal del Congreso Internacional sobre las Competencias del Siglo XXI que tuvo lugar en Bruselas el mes de septiembre de 2009, cuyo principal propósito consiste en proporcionar orientaciones a responsables políticos, investigadores y educadores para el diseño de medidas que afectan principalmente a esta nueva generación en la sociedad del conocimiento.

Tal como ya mencionamos el desarrollo social y económico exige que los sistemas educativos ofrezcan nuevas habilidades y competencias, que permitan a los profesionales egresados beneficiarse de estas nuevas formas de socialización y contribuyan activamente al desarrollo económico.

Por otro lado, los profesionales egresados deberán poseer un conjunto de habilidades y competencias que se ajusten a la economía del conocimiento  que incluye procesos de selección, adquisición, integración, análisis y colaboración en entornos sociales en red.

Chile, consciente de que la productividad laboral será determinante para el crecimiento económico, está decidido a continuar aumentando las fortalezas educativas y resultados logrados hasta ahora, para competir como una sociedad de conocimiento en una economía cada día más globalizada.

Como actual miembro de OCDE, nuestro país a través del sistema de aseguramiento de la calidad de la educación intenta lograr esta máxima meta.

Y aun cuando, en sus visitas a instituciones universitarias, los miembros del equipo revisor de la OCDE y el Banco Mundial en el año 2009, a menudo oyeron decir a los académicos y estudiantes, que los métodos  pedagógicos usados en la sala de clases aún tienden a ser generalmente muy tradicionales, con énfasis en la memorización de contenidos, fomentando el aprendizaje individual más bien que colaborativo, basados en pruebas tradicionales de competencias, es prioritario continuar propiciando el desarrollo de ambientes creativos en la formación de futuros profesionales que articulen sus recursos cognitivos y del entorno  mediante el pensamiento reflexivo y el desempeño de excelencia en las diversas situaciones de actuación.

La formación  profesionales basada en competencias implica  grandes desafíos para la docencia universitaria porque:

· Se vuelve necesario realizar una utilización temprana de los nuevos saberes en pro de una calidad de vida mejor y más equitativa para todos.
· Compromete a las universidades a vincular más sus carreras con el sector productivo y a organizar los aprendizajes, de modo que resulten relevantes para la incorporación eficiente de sus egresados al campo laboral.
· Conlleva a la incorporación de la práctica temprana y del “saber hacer” como un elemento central del currículo y la formación.

Como consecuencia de lo anterior, se hace indispensable producir un cambio en la función del docente, tradicionalmente centrada en la enseñanza, a otra cuyo eje es el desarrollo de los aprendizajes, para lo cual el estudiante pasa a ser el principal gestor de su propio aprendizaje.