11.- ¿Qué estrategia podemos utilizar en el aula para estimular el desarrollo de atmósferas creativas?


Una de las estrategias posibles es implementar el concepto de “flujo” al interior del aula. Veamos en qué consiste en detalle.
 La felicidad no es algo que sucede, afirma el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, sino el resultado de cómo interpretamos los acontecimientos que experimentamos en nuestras vidas.

Para el autor del libro “Flow”, entre muchos otros, la felicidad es una condición vital que se puede lograr mediante el control de la conciencia, pese a que ésta es un enigma, es posible de controlar hasta cierto punto.

Si bien es cierto existen fuerzas externas que nos causan estrés y que no podemos manejar en su totalidad, como por ejemplo: la herencia genética de cada uno, las guerras, los sistemas sociales, etc. es factible que logremos controlar lo que ocurre en nuestra conciencia de acuerdo al propio esfuerzo y creatividad de cada uno, para dar paso a lo que el autor llama “experiencia óptima”.

En más de alguna ocasión hemos sentido que tenemos el control de nuestras acciones experimentando una sensación de profunda alegría luego de finalizar una tarea que nos demandó un profundo esfuerzo físico o intelectual, esto es una experiencia óptima. Este sentimiento no ocurre en momentos pasivos o de receptividad sino cuando el cuerpo y la mente han llegado al límite del esfuerzo voluntario para conseguir algo difícil.
Estas experiencias no tienen que ser necesariamente agradables en el momento en que ocurren, es lo que le ha ocurrido a un nadador que mientras compite siente los músculos adoloridos, pero luego de ganar esa competencia siente regocijo.
Las experiencias óptimas  a largo plazo añaden un sentimiento de maestría, y esto no está ajeno a la docencia; un docente que ha preparado una clase  con ahínco y que logra la motivación de sus alumnos reflejada en las numerosas preguntas de ellos, los deseos de saber más del tema, la sensación de que “el tiempo pasó volando”, una vez finalizada su tarea, experimenta esa sensación de haber tenido el control de la situación y haber llegado más allá de la consecuencia que era entregar los contenidos. El autor llama a esto “estado de flujo”, que es lo que nos enseña a controlar y dirigir la conciencia o atención a una dirección de placer y armonía

El estado de flujo es un estado de concentración o absorción completa con la actividad que se está desarrollando, es un estado óptimo de motivación intrínseca, en la que la persona  está completamente inmersa en lo que está haciendo e implica  un sentimiento de gran absorción, compromiso y  cumplimiento.

La creatividad se asocia al sentimiento de felicidad y la docencia puede transformarse en una experiencia óptima, por el placer de llegar más allá de la consecuencia o recompensa que se reciba (estado de flujo). En un ambiente educativo que promueva la creatividad es posible encontrar un grado de satisfacción que enriquece la vida de los sujetos, tanto en labores obligatorias como en actividades totalmente voluntarias o de recreación.
Para hacer de la docencia una experiencia óptima es imprescindible que las habilidades y destrezas de los alumnos estén en armonía con los objetivos planteados por el docente, planteando actividades significativas y acordes a estas dos esferas, debido a que el estado de flujo es mayor cuando el aspecto sociocultural concuerdan con los deseos de las personas, en este caso de los alumnos, más allá del ego del docente.

La felicidad es entonces el resultado de las habilidades y destrezas más las oportunidades y lo más importante es que las habilidades encajen con ellas.
Los ambientes creativos otorgan la oportunidad, una apertura a la diversidad de objetivos según las destrezas y habilidades de los alumnos, una atmósfera creativa no homogeniza, cada uno es protagonista al plantearse sus propios desafíos. La idea es actuar en el ambiente considerando las capacidades de cada individuo y no intentar cambiar a las personas para hacerlas más creativas

El concepto de flujo, pese a ser complejo, se puede ir entrenando paulatinamente mediante el diseño de la clase y sus actividades, manteniendo los siguientes puntos clave:

1.         Claridad de las metas:
2.         Comunicar a los alumnos en qué medida se está haciendo bien la tarea
3.         Equilibrar dificultad y destreza
4.         Mezclar actividad y conciencia ( pensar al hacer)
5.         Evitar la distracción
6.         Olvido del yo, del tiempo y del entorno
7.         La creatividad como experiencia autotélica (ser un fin en si misma).